El desayuno es considerado la comida más importante del día ya que, después de muchas horas de descanso, activa nuestro metabolismo y sirve para reponer los minerales y vitaminas que nuestro organismo ha utilizado mientras dormíamos. Un desayuno equilibrado contribuye a repartir nuestras calorías durante el día, además nos da la seguridad de aportar a nuestro organismo, los nutrientes necesarios, especialmente en el período escolar.
Es la comida fundamental de cada día, además los desayunos basados en la dieta mediterránea son uno de los más sanos y recomendados. Se dice que hay que dedicarle un mínimo de 15 minutos y que debe ser un momento de tranquilidad y relajación.
Si no desayunamos, la falta de glucosa puede provocar:

  1. Decaimiento
  2. Falta de concentración
  3. Mal humor
  4. Falta energética
  5. Descenso en el rendimiento, sobretodo en edad de crecimiento
  6. Seguir una dieta de poca calidad
  7. Dolores de cabeza

 
Si nos saltamos el desayuno, estresamos nuestro mecanismo ya que no encuentra toda la energía necesaria para sobrellevar un día de trabajo. Al estar estresado, nuestro cuerpo reacciona liberando sustancias que lo hacen más lento y esto produce que almacenemos más calorías. La falta de glucosa, que produce el ayuno mañanero, empuja a nuestro organismo a quemar las reservas energéticas.
El desayuno perfecto:
Si lo que queremos es que nuestro desayuno sea lo más completo posible deberíamos añadir:
Poca cantidad de grasas: si consumimos pan, cereales o galletas, conseguimos que nuestro consumo en hidratos de carbono reemplace el consumo de grasa.
Alta cantidad de fibra: lo conseguiremos consumiendo pan integral o cereales.
Alto contenido en vitaminas y minerales
Para que nuestro desayuno, sea equilibrado, no debe superar el 20% de las calorías que vamos a ingerir durante todo el día. Debería incorporar alimentos de los siguientes grupos:

  1. Lácteos
  2. Fruta
  3. Cereales
  4. Frutos secos
  5. Productos de origen animal
  6. Bebidas vegetales con calcio
  7. Infusiones, té o café

 
Nuestros desayuno, por lo tanto, debería incluir; hidratos de carbono, lácteos y fruta. Además, también es recomendable incluir alimentos que sean ricos en proteínas cómo pueden ser los huevos o los quesos.
Conclusiones:
Seguir una alimentación saludable no solo requiere obtener toda la energía y calorías que nuestro cuerpo necesita sino que se trata de dar a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita.
Estudios realizados demuestran que el 19,3% de la población comprendida entre 1 a 24 años sólo desayuna un vaso de leche, que un 56% acompañan el vaso de leche con hidratos de carbono y tan sólo un 7,5% comen un desayuno equilibrado compuesto por leche, fruta e hidratos de carbono.
Quizás es que nuestro ritmo de vida hace que acompañemos nuestro día de malas costumbres que al final se vuelven rutina y hasta se ve normal. Pero no es correcto ya que hemos podido comprobar que el desayuno es la comida más importante del día para tener la energía suficiente para poder combatir el día a día sin decaer.

Y es que tan sólo se trata de reeducarnos y aprender que un desayuno puede cambiar, que no es una cosa aburrida y que planeando el día un poco mejor, podemos hacerlo perfectamente.

Muchas son las alternativas que existen para poder variar nuestros desayunos durante la semana. Podemos consumir bebidas vegetales, y es que hoy en día no sólo existe la bebida de soja sino que cada día aparecen nuevas bebidas que nos hacen no aburrir aquello llamado “no leche”. Bebida de Kamut, de Arroz, de Avena, de Almendras…
Además podemos cambiar el vaso de leche por un yogurt o queso. Así como los cereales los podemos tomar en forma de pan, de galletas o incluso de copos. Las piezas de fruta, esenciales para aportar a nuestro cuerpo los minerales necesarios varían en función de la estación del año y las podemos mezclar con nuestro yogurt o simplemente preparar un buen zumo o batido.
Podemos preparar buenos batidos de frutas, muesli cómo tentempié durante el día, unas galletas de cereales e incluso batidos de frutas y cereales. Ha llegado el momento de innovar de buena mañana y convertir un simple desayuno, en el desayuno.